El Panel de Cata de la Guía Peñín destaca la identidad propia de los vinos de garnacha de la DO Calatayud

 

Las garnachas de la DO Calatayud vuelven a sorprender al Panel de Cata de la Guía Peñín. Los enólogos Alberto Ruffoni y Borís Olivas realizaron ayer en la sede de la DO una sesión de cata para la próxima edición de la Guía Peñin, en la que evaluaron cerca de 80 vinos,  de los que más de 60 fueron tintos principalmente de añadas anteriores y algunos jóvenes. Una característica que distingue también a la DO Calatayud, cuyos vinos en el mercado predominan añadas anteriores por encima de vinos jóvenes.

Tras la cata, Alberto Ruffoni destacó como aspecto general  el equilibrio que presentan de los tintos de garnacha a lo largo de los años.  “En los últimos cuatro años que he venido a catar los vinos de Calatayud me llama la atención el equilibrio y la evolución de los tintos de garnacha, con una calidad muy estable en el tiempo”.

Para el técnico de Peñín, los tintos de garnacha en la DO Calatayud “son especiales y tienen una identidad propia muy vinculada al  territorio y a las condiciones climáticas de la zona.  Son unos vinos que no presentan mucha concentración, haciéndolos muy accesibles a distintos paladares”.

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Michel Arenas, Alberto Ruffoni y Boris Olivas

Respecto a los tintos jóvenes 2018, Ruffoni señaló “su perfil frutal, su frescura y su equilibrada acidez, lo que pone de manifiesto el buen trabajo realizado tanto en el viñedo como en bodega en un año con una climatología compleja”.

Además de los vinos tintos con base en garnacha también destacó las sinergias con la Shyraz,  de la que comentó que “presenta una buena adaptación al territorio, con unos resultados en bodega muy positivos, sobre todo en coupage con garnacha, según los vinos que hemos podido catar”, añadió.

Respecto a los rosados jóvenes de garnacha, destacó muy positivamente la elaboración de los rosados tradicionales “más carnosos y con cuerpo, lo que se agradece frente a la moda de rosados de capa baja”.

En cuanto a los blancos, resaltó las elaboraciones  con macabeo, que se adaptan –dijo– “muy bien al territorio, dando unos vinos ligeros y florales, a la vez que aceptan bien la madera”.

Las puntuaciones de los vinos presentados a la cata se recogerán en la edición 2020 que se  presentará en los próximos meses.